La humanidad vive con un criterio fragmentado sobre lo que
es el cuerpo y el espíritu. Por ello ha separado la Sexualidad del sentido de
Transcendencia Espiritual, relegando al sexo a una cuestión se simple
procreación o placer sensorial. Pero algunas gentes a lo largo de la historia y
en distintos lugares han sabido vivir la sexualidad como una forma de
acercamiento a lo divino. El Amor de Fusión da respuesta al anhelo de vivir la
sexualidad como algo trascendente y sagrado, capaz de transformarnos en Seres
de Luz en comunión con todo lo creado.
