Naturaleza del miedo, trampa para el espíritu.

El ser humano vive condicionado por el miedo, sin saber que es el propio miedo una forma de manipulación individual y colectiva, para dividir y fragmentar el espíritu, haciéndole perder su estabilidad y su Luz interior. Por eso conviene que pongamos límites a una emoción que es un instrumento de las fuerzas de la oscuridad. Muchas veces se cree que solo es un signo de debilidad particular, es una emoción corrosiva para hacer perder la integridad del alma, limitadora e incapacitante.

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