La meditación cualquiera que sea la forma o la metodología elegida, tiene como base la introspección, el cultivo de la atención interna. Nos posibilita para auto explorarnos mental, emocional, física y energéticamente. Pero es mucho más, es un instrumento para la realización de nuestro Ser, nuestra conciencia y nuestro espíritu; nos capacita para estimular facultades dormidas, emprender el camino de la iluminación y la apertura hacia la Gran Realidad o multidimensionalidad. Es un instrumento sencillo, pero con múltiples formas y objetivos.
¿Qué quiere decir “Meditación”?
La meditación es una puerta de acceso hacia dentro de nosotros. Es un impulso primario de llegar hacia dentro de nosotros y resistir a cualquier tipo de distracción hacia fuera. Llegar a conectar con nuestro proprio ser. No solo es relajación o encontrar la quietud. Todo empieza con el despertar sensorial, el despertar de la visión y de la audición. De los sentidos más allá de los sentidos físicos. En definitiva, la capacidad de ocupar todos nuestros cuerpos internos que no estamos acostumbrados a ocupar.
La ventaja de centrarse en el “Ser”, implica de por si reconocer una separación entre nuestra personalidad egoica y nuestro verdadero Ser que es la manifestación de la propia Divinidad y que tienen capacidad de proyectarse hacia el infinito. Tanto hacía dentro, como hacia fuera.
Meditación de autoconciencia. ¿Meditar para aislarse del mundo es bueno?
Muchos meditadores, tienen tendencia a aislarse, sin embargo hay que tener en cuenta que, si bien buscar nuestra luz interior no es algo malo, cuando ya se ha conseguido que el ego esté sometido a la conciencia, es mejor no vivir de forma aislada. Tenemos que percibirnos como células de un cuerpo infinito y ninguna célula puede vivir aislada, ni físicamente ni metafísicamente. Buscar el aislamiento desde el punto de vista sensible y amoroso hacia la creación de la que se forma parte; eso es integración y no separación. Por lo tanto, la creación se ve beneficiada cuando nosotros como punto de luz nos unimos a otros puntos de luz, formando una sola figura. La propia Divinidad.
Meditaciones sensitivas. ¿Cuáles son las ventajas y las desventajas?
Este tipo de meditación nos hace experimentar el fluir de la energía y nos ayuda a alimentarnos de luz. La finalidad sería consolidar nuestro cuerpo llegando a abrir cualquier resorte a nivel interior y áreas de nuestro cerebro que nos van a permitir experimentar vivencias imposibles desde un estado de conciencia ordinario.
Hay que empezar controlando nuestra respiración para que el cuerpo pueda tener un primer impulso para sentir la energía. Sintiendo desde la célula más pequeña hasta los órganos, sin emitir juicios de valor que nos puedan distraer.
La recreación de este estado hace que cualquier de nosotros ya no solo tenga que “sentir” la energía, si no que empieza a necesitar energía que venga del exterior. Alimentando un cuerpo que empieza a funcionar de forma independiente a nuestra voluntad humana.
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