Los animales son seres con un propósito propio como seres espirituales. El ser humano está confuso en su relación con ellos: por un lado, los acoge en su casa integrándolos como un miembro más de su familia y por otro los somete a la explotación sistemática, tratándoles como esclavos y como elementos de provisión, tanto de su fuerza como de sus cuerpos. Este es un dialogo con un representante y protector del reino animal sobre la condición como seres espirituales de los animales.
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