Cuando uno se dispone a meditar u orar, es importante que tenga en cuenta como colocar las manos. Las manos asumen un papel importante por que determinan nuestra actitud, si es cerrada en nosotros mismos, o si es abierta hacia un punto referencial, que en la oración es la Divinidad. Podemos atraer Energía o Gracia Divina. Podemos recoger y equilibrar nuestra afectividad para sintonizarnos y armonizarnos con la fuerza del Amor. Esta práctica en forma de meditación es la base para despertar nuestra energía y buscar la comunión con la fuerza universal que alimenta todos los seres vivos. Hay que realizarla con paciencia e intencionalidad y los frutos vienen de inmediato. El gozo y el éxtasis de los místicos está al alcance de nuestras manos.
![]() |
No hay comentarios:
Publicar un comentario