Este es un testimonio de la gran importancia espiritual que tiene la figura femenina, como elemento de vida y redención. Donde ella se posiciona como portadora de la Luz y el origen de la vida. La vida existe porque existe la mujer, tanto en el plano físico como en el plano Divino. Ella es el origen y la Razón de la existencia. Por eso aquel que atenta contra una mujer esta atentando contra la propia vida. Aquel que ama la vida esta amando el poder creador de la mujer sagrada, humana y divina. Para mucha gente la existencia de lugares de Culto a María, en santuarios y ermitas es una herencia del pasado, es una forma de recuperar el culto a lo femenino, a la Gran Madre o Madre Divina. Para otros es un elemento básico de la creencia cristina y católica. Lo cierto es que todos tienen razón.
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